Llevamos ya 40 años desarrollando nuevas variedades de frutas de hueso y de berries para ofrecerles en cada momento la mejor experiencia gustativa posible. Todo empezó con una estrecha colaboración con las Universidades de Florida y Cornell y con mejoradores privados de Estados Unidos: Zaiger’s Genetics y Bradford Farms.
Es una historia de personas apasionadas por las frutas, por su ocio, deseosas de que todos disfruten comiendo frutas, desarrollando así un consumo tan beneficioso para la salud. Crear una nueva variedad son diez años como mínimo desde el momento en que polinizamos unas flores (como lo harían las abejas pero eligiendo los parentales) hasta que las frutas estén en su mesa. Pero a su vez los parentales utilizados tienen su historia y años de trabajos. Con nuestro trabajo promovemos la biodiversidad, evaluando decenas de miles de nuevas variedades cada año. ¿sólo unas pocas serán las elegidas!
En el caso de la Universidad de Florida son ya tres o cuatro generaciones de mejoradores desde Ralph Sharpe el pionero de las variedades de melocotonero de poco reposo en los años 50, pasando por Wayne Sherman apasionado por mejorar el sabor, seguido por Jose Chaparro que ha heredado de su pasión y dedicación sumándole su creatividad. Ralph y Wayne adaptaron los arándanos a las condiciones peculiares de Florida utilizando especies silvestres autóctonas. Paul Lyrene dotado de una mente privilegiada desarrolló variedades adaptadas a la producción de invierno en las zonas cálidas del Mediterráneo. Patricio Muñoz ha cogido ahora el relevo.
Floyd Zaiger mejora sus variedades en California, cuna de la creación varietal desde Luther Burbank a final del siglo XIX. Aún activo y creativo a sus 90 años, ha estado acompañado toda su vida por Betty su mujer, luego se sumaron sus hijos Leith, Grant y Gary y ahora sus nietos. Han sido los creadores de los interespecíficos modernos como los excelentes Pluot (cruce reiterado de ciruelas con albaricoque) o variedades tan reconocidas como Big Top.
Norman Bradford empezó en los años 40 con Fred Anderson, el padre de las nectarinas. Norman tenia mentalidad de agricultor, le gustaba las cosas bien hechas, con buen sabor, le dedicaba todo el tiempo necesario. Hace 30 años su hijo Glen Bradford cogió el relevo desarrollando las famosas ciruelas Metis®, interespecíficos también. En los últimos años se ha incorporado su yerno Jon Quisenberry.
Hoy en día seguimos trabajando con ellos prueba del compromiso de Royal en mejorar la calidad de sus frutos. Hemos desarrollado programas de mejora en colaboración con ellos para conseguir las mejores vareidades adaptadas a nuestros consumidores y clientes.
Cuando ofrecemos una nueva variedad somos muy conscientes de la suma de talentos y esfuerzos que han sido necesarios. Sabemos que la genética funciona; como le gusta recordar a Wayne y que las próximas variedades serán aún más sabrosas. Pero como agricultores sabemos que al final manda la naturaleza y aunque dispongamos de un “terroir” y clima privilegiado dependemos de ella para conseguir expresar el potencial gustativo de nuestras frutas.
Cuando lo logramos dar este placer somos felices y si se trata de un niño más todavía. ¡Ojalá se quede con este recuerdo gustativo y el deseo de disfrutar plenamente de la cultura Mediterránea tan saludable!
Director I+D